La pandemia obligó a modificar innumerables rutinas, entre ellas, el horario para hacer las compras. Por ejemplo en la provincia de Mendoza podría desaparecer una tradición que el cierre de que los comercios en horario de la siesta.
Desde la legislatura mendocina (con apoyo del intendente de la capital) están promoviendo un proyecto de ley para que la atención comercial quede fijada en horario corrido como se aplica en la post pandemia de 10 a 18hs.
Se afirma que parte de los negocios lograron captar clientes durante estos horarios; y además evita movilizarse dos veces por día a dueños y empleados.
Se trata de una discusión que se está dando en varias provincias del país en las que distintas organizaciones aseguraron apuntar en este sentido, ya que si bien implica un cambio de costumbres, remarcan que traería beneficios y se trata de una tendencia mundial.
El proyecto es mayoritariamente apoyado, pero algunos dirigentes empresariales objetan que no es lo mismo áreas de dispersión poblacional respecto a pequeños pueblos del interior.
Además reclaman que se regule también la actividad de grandes superficies como shopping y supermercados;
También objeta que el horario extendido no tenga un límite a las 18, permitiendo que el el comerciante cierre a las 21 hs si el comerciante lo prefiere; o el tipo de actividad lo requiere por ejemplo los comercios destinados a los turistas que recién salen a comprar después de las 19 hs.
Y además piden que se reconfigure el horario bancos y de la administración pública.
La discusión recién comienza, porque hay situaciones según el tipo de comercio. E incluso cuestiones estacionales, en donde por ejemplo las tardes mendocinas en verano obligan a cerrar porque no hay circulación por el calor sofocante.