Con una inflación creciente y las consecuencias que aún repercuten de las medidas durante la pandemia de coronavirus, es cada vez más difícil seguir perteneciendo a la clase media, algo que en Argentina tiene un valor aspiracional.
Según la consultora W que dirige el economista Guillermo Oliveto, solo el 5% de Argentina es clase alta (es decir que perciben al menos $450.000 pesos por mes, con un promedio de $800.000).
Para ser clase media en su nivel mínimo se necesitan para un hogar de cuatro integrantes, $104.216,80, que es el valor de la Canasta Básica Total, importe necesario para no ser considerado pobre.
Para ser de clase media alta (C2), los ingresos promedio por hogar deben ser de $300.000. Y estas condiciones las reúne el 17% de la población. El 28% de los argentinos pertenecen a la clase media baja, con ingresos promedio de $150.000, con un piso de $120.000.
Por lo tanto, el resto de Argentina (50%) cae dentro de los niveles de pobreza.
Hay dos bienes que definen históricamente el estatus de la clase media: la vivienda y el vehículo. Hoy son lujos casi inaccesibles, incluso para personas que por sus ingresos aún están dentro lo que se considera clase media.
El especialista en consumo Guillermo Oliveto, de la consultora W, sostuvo a Infobae que hoy en día la clase media quiere «seguir siendo clase media. La aspiración de máxima es no perder lo que tiene. La de mínima, perder lo menos posible. Es una clase media que se siente bajo amenaza y está a la defensiva”.
Desde la consultora señalan que en un marco de alta inflación “el rezago en el ajuste salarial es particularmente más importante” entre los trabajadores que están en sindicatos menos fuertes, los empleados fuera de convenio y los trabajadores no registrados.
Hay un indicador que permite comprender como la población se va alejando de los estándares de clase media es el cociente entre el salario promedio de la economía formal y la canasta básica total.
En la década del 90 con un salario formal promedio nacional se podían comprar 6 canastas básicas totales.
En 2005 se podían comprar cinco y en 2022 se pueden comprar solo cuatro.
