Reservorio, Ubicación 2

Hechos sagrados, opiniones libres. A 100 años de la frase de Prestwich Scott en The Guardian. Por la Dra. Ana Lamas

Ante la conocida frase: Hechos sagrados, comentarios libres,escrita por Charles Prestwich Scott, en el famoso periódico inglés The Guardian, hace 100 años, me pregunto ¿La representación de los hechos documentados por la fotografía, el video, el observador y el texto que los describe, son una muestra de datos verdaderos o “sagrados” según la famosa frase? ¿Aún tiene vigencia esa afirmación?

Para “entrar en calor” con el tema que planteo, viene al caso recordar una exposición de la obra de Antonio Berni, a la que concurrí hace unos años en la Quinta Trabuco de Vicente López. La protagonista de la muestra era Ramona Montiel, un personaje quizás no tan conocido como Juanito Laguna. ¿Existió Ramona Montiel? ¿Por qué recordarla? Porque Berni, a través de la pintura sintetizó la vida de mujeres que conoció primero a través de su actividad como reportero. En efecto, con su cámara oculta y en los prostíbulos de la ciudad que lo vio nacer, Rosario, tomó fotografías de las muchas mujeres que trabajaban con su intimidad, en una Argentina todavía prejuiciosa. Imágenes –datos- que dieron lugar a noticias informativas publicadas en los diarios locales.  

Más tarde, el reportero y conocido pintor, según su mirada crítica, interpretó aquellas vidas en un solo personaje: Ramona Montiel. Con pinceladas maestras que hablan por sí solas, opinó sobre la vida en los prostíbulos y algunas realidades femeninas, sin letras ni frases, solo con trazos y colores a partir de la foto.

 ¿Qué se lee en esas imágenes fotográficas?  Hechos que se documentaban en los medios gráficos. Pero Berni, también expresaba opiniones a través de sus representaciones plásticas como las de Ramona Montiel, en donde destacaba hasta los mínimos detalles tal vez invisibles a las cámaras de la época, que resignificaba desde su posición personal, en los tiempos de “compadritos”, “prostitutas” y desigualdad social.

Existen muchas maneras de informar públicamente, de describir hechos, de develar lo oculto, de representar derechos ciudadanos y de opinar en editoriales hasta en un artículo con la llamada nota de color. Algunos lo hacen con palabras, otros con fotos, videos o infografías; tal vez, con alguna forma mixta. En ocasiones, las referencias informativas son explícitas y en otras son delineadas intencionalmente en formas simbólicas, por temor o por inclinación.

Sin embargo, como algunos aducen, los hechos no son neutrales y por lo tanto se tiñen de subjetividad, dado que desde la selección del hecho o desde la óptica con que se lo enfoque existe intencionalidad o parcialidad.  Además, en ocasiones la lectura personal de los hechos es dudosa, como lo prueba el VAR en el fútbol. Lo cierto es y siguiendo la comparación con el fútbol que, en los partidos, la mayoría de las jugadas vistas desde distintos ángulos arrojan datos semejantes.

 De acuerdo con lo señalado, la información del hecho puede resultar en textos noticiosos no objetivos, ¿Cómo? Con información imparcial, lo que implica informar con las múltiples miradas del hecho- con todas las voces-. Sin embargo, el debate sobre ideología y neutralidad, objetividad y subjetividad, entre hechos y opiniones que producen los periodistas, sigue abierto. Y en la actualidad, es corriente encontrar que distintos medios de comunicación y periodistas presentan hechos por opiniones, que no es lo mismo que, hechos con opiniones. Por eso, vale detenerse, en la frase de Leonardo Suárez Montoya, que encontré en una publicación de la Fundación Gabo. Allí sostiene que la objetividad es una mentira bien contada que se la vendieron a los periodistas con afán positivista. No somos neutros, pero menos jueces; no tomar parte es una razón estratégica para la credibilidad y por ello, debemos dar igual oportunidad a todas las voces de una historia.

Una vez que estén descriptos los hechos desde sus múltiples ángulos… las opiniones y los comentarios son libres, pero es necesario que todos puedan expresarse honestamente, sin censura previa y con las mismas oportunidades. Bajo estas consideraciones la frase de Prestwich Scott, aún tiene vigencia.

Ana María Lamas
Lic. en Ciencias de la Educación (UBA) y Dra. en Filosofía Y Educación con reconocimiento “Cum Laude”.
Especialista en Ciencias Sociales y Educación a Distancia.
Docente y directiva en el nivel secundario y universitario. Dictó cursos y seminarios sobre su especialidad en Argentina, América y Europa. Publicó artículos en revistas científicas en el país y en el extranjero.
Escribió libros académicos y de divulgación científica referidos a educación, nuevas tecnologías, juego y trabajo.
Emprendió la creación y luego la gestión de una radioeducativa escolar, movida por la percepción del poder educador de los medios de comunicación.
Ha recibido el Premio a la Excelencia Educativa otorgado por la Federación de Cámaras de Comercio del Mercosur. Actualmente es profesora en Maestrías en UCES y Directora de la Lic. en Periodismo de Universidad Maimónides
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