En la paleta multicolor de la vida, hay una tonalidad que está presente, casi desde la aparición del hombre en la tierra… me refiero a la narración de historias –storytelling-… Es probable que alguno perpetúe en su memoria los cuentos de la abuela o de la maestra recordando alguna fábula, alguna aventura… que permitían imaginar el peligro o la alegría sentida por los personajes que nos hacían vibrar de emoción. En general los relatos terminaban “Y colorín colorado, este cuento se ha acabado”… o como el no tan común “ Y pantaloncito corto para que vos me cuentes otro”… En ese último final encuentro el germen del storytelling, en la actividad y continuidad de narrar historias vinculadas, pero cada una constituyendo una unidad independiente, en donde el narrador a veces es audiencia y viceversa.
De adolescentes y más grandes lloramos y reímos con los cuentos y las novelas escritas, con las películas y las series, con las canciones y las onomatopeyas…que generaban placer y atracción a la vez. ¿Han cambiado esas historias con el correr del tiempo? Desde los primeros relatos a través de pinturas rupestres hasta los actuales que se dibujan en el ecosistema de medios, la narración se ha iluminado y apagado con los claroscuros humanos. Hoy con la irrupción de nuevos repertorios tecnológicos se han producido cambios significativos en el lenguaje, los productores de contenidos y como consecuencia en la narración.
Pero ¿qué es precisamente eso denominado storytelling? Scolari en 2013, caracteriza el término como una narración que se expandepor diferentes sistemas, plataformas o universos lingüísticos que se entrecruzan con coloridas imágenes, mágicos audiovisuales y múltiple interactividad entre productores y consumidores.Inmersos en este nuevo paradigma, tal vez no nos damos cuenta de los cambios de aires que vamos asumiendo, en el día a día, en nuestro vocabulario porque naturalizamos términos nuevos; porque incluimos los emojis en los mensajes textuales, porque acortamos la paciencia y la audición de mensajes y le imprimimos velocidad; porque el visionado de videos continúa si pasó la primera barrera de interés de los 8 segundos y luego la de un minuto y así sucesivamente.
La narrativa ha cambiado el modelo del productor de contenidos único y de lector o escucha pasivo “consumiendo” cuentos en un único medio. Lo digital ha aggiornado y por qué no… ha recuperado la atracción por el relato. Hoy se agregan hipervínculos, videos, infografías. Es más, una misma historia se distribuye por distintas redes y medios. Y en ese caso optamos por el formato denominado “crossmedia”. Pero storytelling va más allá, se trata de un “universo narrativo” variopinto y multitonal, con muchas formas (texto, video, imagen, audio) por muchos canales (radio, tv, diario, redes) aunque lo curioso es que se cuentan muchas historias, todas relacionadas pero autónomas a la vez, en donde los lectores y audiencias agregan contenidos a esas historias, pasando de consumidores a productores, lo que se ha dado en llamar “prosumidores”, gracias a la interactividad que ofrece la Web. Eso es en definitiva una narrativa transmedia. Es cierto que la palabra relato, en ocasiones ha sido devaluada desde lo político, pero si nos circunscribimos a su significado más universal encontramos los matices que todos “prosumimos”.
¿Dónde se puede usar esa atractiva forma de comunicación? En la producción de contenidos a nivel empresarial, institucional, organizacional; en las profesiones que utilizan la palabra como recurso esencial: periodismo, publicidad, docencia, cinematografía, arte, videojuegos. En educación, por ejemplo, es posible construir historias con los estudiantes y expandirlas en distintos soportes, en periodismo con la interactividad a través de comentarios. Pero eso será tema de nuestras próximas entregas.

Lic. en Ciencias de la Educación (UBA) y Dra. en Filosofía Y Educación con reconocimiento “Cum Laude”. Especialista en Ciencias Sociales y Educación a Distancia.
Docente y directiva en el nivel secundario y universitario. Dictó cursos y seminarios sobre su especialidad en Argentina, América y Europa. Publicó artículos en revistas científicas en el país y en el extranjero.
Escribió libros académicos y de divulgación científica referidos a educación, nuevas tecnologías, juego y trabajo. Emprendió la creación y luego la gestión de una radioeducativa escolar, movida por la percepción del poder educador de los medios de comunicación.
Ha recibido el Premio a la Excelencia Educativa otorgado por la Federación de Cámaras de Comercio del Mercosur. Actualmente es profesora en Maestrías en UCES y Directora de la Lic. en Periodismo de Universidad Maimónides