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La pandemia amplió la brecha entre ricos y pobres en Latinoamérica.

El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) publicó en forma virtual su Informe Regional de Desarrollo Humano 2021 titulado «Atrapados: Alta Desigualdad y Bajo Crecimiento en América Latina y el Caribe».

Según el documento, «a pesar de los avances de las últimas décadas, los países de América Latina y el Caribe son más desiguales que los de otras regiones con niveles similares de desarrollo, y sus indicadores sociales aún se encuentran por debajo de los esperados para su nivel de ingreso promedio».

Y subrayó que «la región sigue siendo la segunda región más desigual del mundo”

Además destaca que en el año 2020 «la pandemia ha anulado gran parte de ese progreso» y esto ocurrió «a pesar de las medidas de asistencia social en algunos países».

En este contexto, el documento exploró factores que se repiten y retroalimentan el círculo vicioso de alta desigualdad y bajo crecimiento.

Al respecto, destaca que «la concentración de poder en manos de unos pocos que defienden sus intereses privados es uno de los factores que conectan la alta desigualdad con el bajo crecimiento.

A través de su influencia política, el poder mal utilizado distorsiona las políticas públicas y debilita las instituciones».

A manera de ejemplo el informe cita el rol de las élites económicas en el bloqueo a reformas fiscales que apoyarían una forma más progresiva de redistribución.

Para balancear la distribución de poder, el organismo sugiere «explorar líneas de acción como la regulación del lobby y el financiamiento de las campañas políticas».

También se destaca que «la región es la más violenta del planeta», y advierte que «si bien la desigualdad causa mayor violencia, la violencia también aumenta la desigualdad porque afecta de manera desproporcionada a las poblaciones más vulnerables».

Más adelante, señala otro factor la violencia que “limita también el crecimiento a través de su impacto sobre el capital humano (y la productividad) y sobre la inversión pública y privada que se ve distorsionada, así como por el gasto en seguridad y por la incertidumbre acerca de los derechos de propiedad».

El informe planteó que «las soluciones deben llevar a un mayor crecimiento con sostenibilidad ambiental, y a una mayor inclusión y movilidad social. Se trata de soluciones que requieren balancear el poder en el área de la definición de reglas y políticas, erradicar la violencia en todas sus formas y redefinir del ambiente institucional que constituye la esencia del contrato social: las oportunidades en el mercado laboral, la fiscalidad y la protección social».

Dejaremos el link para quienes deseen descargar el informe completo o en forma de resumen. Hacer clic aquí.

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