El pasado 15.11.2017 en Porto Do Molle, Nígran, Galicia, España se realizo la 4 ta edición del Investors Day evento que nuclea cada año al Ecosistema Emprendedor (Ver más Información).
Es así que en diálogos con autoridades del Consorcio Zona Franca de Vigo es que abrieron caminos para conocernos para buscar agregar valor desde el Capital Humano a las Start Up y empresas que necesiten agregar valor en la materia de Recursos Humanos, es así que la Embajadora DCH en Portugal, Rita Moreira da Cruz participo del evento y nos hace llegar su experiencia sobre la Jornada, » Una apasionante edición de Via Galicia en las instalaciones del Consorcio de la Zona Franca de Vigo más de un centenar de inversores fueran conocer los 17 proyectos de emprendimiento impulsados en la 4ª edición del programa Investors Day. En un ambiente shark tank fue increíble asistir a Jóvenes Talentos, unos de edad y otros de mentalidad, presentar tan magnificas ideas. Casi en un formato “elevator speech” hablaran desde la presentación de productos de moda deportiva a simples productos, por ejemplo una pequeña pegatina identificada como un gadget aplicada a un smartphone justificando el uso para protección cibernética asociada a una herramienta de marketing. ¡Enhorabuena por la iniciativa!
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Domingo XXXIII del Tiempo Ordinario
19 de noviembre de 2017
No amemos de palabra sino con obras
«Hijos míos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras» (1Jn 3,18). Estas palabras del apóstol Juan expresan un imperativo que ningún cristiano puede ignorar. La seriedad con la que el «discípulo amado» ha transmitido hasta nuestros días el mandamiento de Jesús se hace más intensa debido al contraste que percibe entre las palabras vacías presentes a menudo en nuestros labios y los hechos concretos con los que tenemos que enfrentarnos. El amor no admite excusas: el que quiere amar como Jesús amó, ha de hacer suyo su ejemplo; especialmente cuando se trata de amar a los pobres. Por otro lado, el modo de amar del Hijo de Dios lo conocemos bien, y Juan lo recuerda con claridad. Se basa en dos pilares: Dios nos amó primero (cf. 1 Jn 4,10.19); y nos amó dando todo, incluso su propia vida (cf. 1 Jn 3,16).
Un amor así no puede quedar sin respuesta. Aunque se dio de manera unilateral, es decir, sin pedir nada a cambio, sin embargo inflama de tal manera el corazón que cualquier persona se siente impulsada a corresponder, a pesar de sus limitaciones y pecados. Y esto es posible en la medida en que acogemos en nuestro corazón la gracia de Dios, su caridad misericordiosa, de tal manera que mueva nuestra voluntad e incluso nuestros afectos a amar a Dios mismo y al prójimo. Así, la misericordia que, por así decirlo, brota del corazón de la Trinidad puede llegar a mover nuestras vidas y generar compasión y obras de misericordia en favor de nuestros hermanos y hermanas que se encuentran necesitados.
«Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha» (Sal 34,7). La Iglesia desde siempre ha comprendido la importancia de esa invocación. Está muy atestiguada ya desde las primeras páginas de los Hechos de los Apóstoles, donde Pedro pide que se elijan a siete hombres «llenos de espíritu y de sabiduría» (6,3) para que se encarguen de la asistencia a los pobres. Este es sin duda uno de los primeros signos con los que la comunidad cristiana se presentó en la escena del mundo: el servicio a los más pobres. Esto fue posible porque comprendió que la vida de los discípulos de Jesús se tenía que manifestar en una fraternidad y solidaridad que correspondiese a la enseñanza principal del Maestro, que proclamó a los pobres como bienaventurados y herederos del Reino de los cielos (cf. Mt 5,3).
«Vendían posesiones y bienes y los repartían entre todos, según la necesidad de cada uno» (Hch 2,45). Estas palabras muestran claramente la profunda preocupación de los primeros cristianos. El evangelista Lucas, el autor sagrado que más espacio ha dedicado a la misericordia, describe sin retórica la comunión de bienes en la primera comunidad. Con ello desea dirigirse a los creyentes de cualquier generación, y por lo tanto también a nosotros, para sostenernos en el testimonio y animarnos a actuar en favor de los más necesitados. El apóstol Santiago manifiesta esta misma enseñanza en su carta con igual convicción, utilizando palabras fuertes e incisivas: «Queridos hermanos, escuchad: ¿Acaso no ha elegido Dios a los pobres del mundo para hacerlos ricos en la fe y herederos del reino, que prometió a los que le aman? Vosotros, en cambio, habéis afrentado al pobre. Y sin embargo, ¿no son los ricos los que os tratan con despotismo y los que os arrastran a los tribunales? […] ¿De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras? ¿Es que esa fe lo podrá salvar? Supongamos que un hermano o una hermana andan sin ropa y faltos del alimento diario, y que uno de vosotros les dice: “Dios os ampare; abrigaos y llenaos el estómago”, y no les dais lo necesario para el cuerpo; ¿de qué sirve? Esto pasa con la fe: si no tiene obras, por sí sola está muerta» (2,5-6.14-17).
Ha habido ocasiones, sin embargo, en que los cristianos no han escuchado completamente este llamamiento, dejándose contaminar por la mentalidad mundana. Pero el Espíritu Santo no ha dejado de exhortarlos a fijar la mirada en lo esencial. Ha suscitado, en efecto, hombres y mujeres que de muchas maneras han dado su vida en servicio de los pobres. Cuántas páginas de la historia, en estos dos mil años, han sido escritas por cristianos que con toda sencillez y humildad, y con el generoso ingenio de la caridad, han servido a sus hermanos más pobres.
Entre ellos destaca el ejemplo de Francisco de Asís, al que han seguido muchos santos a lo largo de los siglos. Él no se conformó con abrazar y dar limosna a los leprosos, sino que decidió ir a Gubbio para estar con ellos. Él mismo vio en ese encuentro el punto de inflexión de su conversión: «Cuando vivía en el pecado me parecía algo muy amargo ver a los leprosos, y el mismo Señor me condujo entre ellos, y los traté con misericordia. Y alejándome de ellos, lo que me parecía amargo se me convirtió en dulzura del alma y del cuerpo» (Test 1-3; FF 110). Este testimonio muestra el poder transformador de la caridad y el estilo de vida de los cristianos.
No pensemos sólo en los pobres como los destinatarios de una buena obra de voluntariado para hacer una vez a la semana, y menos aún de gestos improvisados de buena voluntad para tranquilizar la conciencia. Estas experiencias, aunque son válidas y útiles para sensibilizarnos acerca de las necesidades de muchos hermanos y de las injusticias que a menudo las provocan, deberían introducirnos a un verdadero encuentro con los pobres y dar lugar a un compartir que se convierta en un estilo de vida. En efecto, la oración, el camino del discipulado y la conversión encuentran en la caridad, que se transforma en compartir, la prueba de su autenticidad evangélica. Y esta forma de vida produce alegría y serenidad espiritual, porque se toca con la mano la carne de Cristo. Si realmente queremos encontrar a Cristo, es necesario que toquemos su cuerpo en el cuerpo llagado de los pobres, como confirmación de la comunión sacramental recibida en la Eucaristía. El Cuerpo de Cristo, partido en la sagrada liturgia, se deja encontrar por la caridad compartida en los rostros y en las personas de los hermanos y hermanas más débiles. Son siempre actuales las palabras del santo Obispo Crisóstomo: «Si queréis honrar el cuerpo de Cristo, no lo despreciéis cuando está desnudo; no honréis al Cristo eucarístico con ornamentos de seda, mientras que fuera del templo descuidáis a ese otro Cristo que sufre por frío y desnudez» (Hom. in Matthaeum, 50,3: PG 58).
Estamos llamados, por lo tanto, a tender la mano a los pobres, a encontrarlos, a mirarlos a los ojos, a abrazarlos, para hacerles sentir el calor del amor que rompe el círculo de soledad. Su mano extendida hacia nosotros es también una llamada a salir de nuestras certezas y comodidades, y a reconocer el valor que tiene la pobreza en sí misma.
No olvidemos que para los discípulos de Cristo, la pobreza es ante todo vocación para seguir a Jesús pobre. Es un caminar detrás de él y con él, un camino que lleva a la felicidad del reino de los cielos (cf. Mt 5,3; Lc 6,20). La pobreza significa un corazón humilde que sabe aceptar la propia condición de criatura limitada y pecadora para superar la tentación de omnipotencia, que nos engaña haciendo que nos creamos inmortales. La pobreza es una actitud del corazón que nos impide considerar el dinero, la carrera, el lujo como objetivo de vida y condición para la felicidad. Es la pobreza, más bien, la que crea las condiciones para que nos hagamos cargo libremente de nuestras responsabilidades personales y sociales, a pesar de nuestras limitaciones, confiando en la cercanía de Dios y sostenidos por su gracia. La pobreza, así entendida, es la medida que permite valorar el uso adecuado de los bienes materiales, y también vivir los vínculos y los afectos de modo generoso y desprendido (cf. Catecismo de la Iglesia Católica, nn. 25-45).
Sigamos, pues, el ejemplo de san Francisco, testigo de la auténtica pobreza. Él, precisamente porque mantuvo los ojos fijos en Cristo, fue capaz de reconocerlo y servirlo en los pobres. Si deseamos ofrecer nuestra aportación efectiva al cambio de la historia, generando un desarrollo real, es necesario que escuchemos el grito de los pobres y nos comprometamos a sacarlos de su situación de marginación. Al mismo tiempo, a los pobres que viven en nuestras ciudades y en nuestras comunidades les recuerdo que no pierdan el sentido de la pobreza evangélica que llevan impresa en su vida.
Conocemos la gran dificultad que surge en el mundo contemporáneo para identificar de forma clara la pobreza. Sin embargo, nos desafía todos los días con sus muchas caras marcadas por el dolor, la marginación, la opresión, la violencia, la tortura y el encarcelamiento, la guerra, la privación de la libertad y de la dignidad, por la ignorancia y el analfabetismo, por la emergencia sanitaria y la falta de trabajo, el tráfico de personas y la esclavitud, el exilio y la miseria, y por la migración forzada. La pobreza tiene el rostro de mujeres, hombres y niños explotados por viles intereses, pisoteados por la lógica perversa del poder y el dinero. Qué lista inacabable y cruel nos resulta cuando consideramos la pobreza como fruto de la injusticia social, la miseria moral, la codicia de unos pocos y la indiferencia generalizada.
Hoy en día, desafortunadamente, mientras emerge cada vez más la riqueza descarada que se acumula en las manos de unos pocos privilegiados, con frecuencia acompañada de la ilegalidad y la explotación ofensiva de la dignidad humana, escandaliza la propagación de la pobreza en grandes sectores de la sociedad entera. Ante este escenario, no se puede permanecer inactivos, ni tampoco resignados. A la pobreza que inhibe el espíritu de iniciativa de muchos jóvenes, impidiéndoles encontrar un trabajo; a la pobreza que adormece el sentido de responsabilidad e induce a preferir la delegación y la búsqueda de favoritismos; a la pobreza que envenena las fuentes de la participación y reduce los espacios de la profesionalidad, humillando de este modo el mérito de quien trabaja y produce; a todo esto se debe responder con una nueva visión de la vida y de la sociedad.
Todos estos pobres —como solía decir el beato Pablo VI— pertenecen a la Iglesia por «derecho evangélico» (Discurso en la apertura de la segunda sesión del Concilio Ecuménico Vaticano II, 29 septiembre 1963) y obligan a la opción fundamental por ellos. Benditas las manos que se abren para acoger a los pobres y ayudarlos: son manos que traen esperanza. Benditas las manos que vencen las barreras de la cultura, la religión y la nacionalidad derramando el aceite del consuelo en las llagas de la humanidad. Benditas las manos que se abren sin pedir nada a cambio, sin «peros» ni «condiciones»: son manos que hacen descender sobre los hermanos la bendición de Dios.
Al final del Jubileo de la Misericordia quise ofrecer a la Iglesia la Jornada Mundial de los Pobres, para que en todo el mundo las comunidades cristianas se conviertan cada vez más y mejor en signo concreto del amor de Cristo por los últimos y los más necesitados. Quisiera que, a las demás Jornadas mundiales establecidas por mis predecesores, que son ya una tradición en la vida de nuestras comunidades, se añada esta, que aporta un elemento delicadamente evangélico y que completa a todas en su conjunto, es decir, la predilección de Jesús por los pobres.
Invito a toda la Iglesia y a los hombres y mujeres de buena voluntad a mantener, en esta jornada, la mirada fija en quienes tienden sus manos clamando ayuda y pidiendo nuestra solidaridad. Son nuestros hermanos y hermanas, creados y amados por el Padre celestial. Esta Jornada tiene como objetivo, en primer lugar, estimular a los creyentes para que reaccionen ante la cultura del descarte y del derroche, haciendo suya la cultura del encuentro. Al mismo tiempo, la invitación está dirigida a todos, independientemente de su confesión religiosa, para que se dispongan a compartir con los pobres a través de cualquier acción de solidaridad, como signo concreto de fraternidad. Dios creó el cielo y la tierra para todos; son los hombres, por desgracia, quienes han levantado fronteras, muros y vallas, traicionando el don original destinado a la humanidad sin exclusión alguna.
Es mi deseo que las comunidades cristianas, en la semana anterior a la Jornada Mundial de los Pobres, que este año será el 19 de noviembre, Domingo XXXIII del Tiempo Ordinario, se comprometan a organizar diversos momentos de encuentro y de amistad, de solidaridad y de ayuda concreta. Podrán invitar a los pobres y a los voluntarios a participar juntos en la Eucaristía de ese domingo, de tal modo que se manifieste con más autenticidad la celebración de la Solemnidad de Cristo Rey del universo, el domingo siguiente. De hecho, la realeza de Cristo emerge con todo su significado más genuino en el Gólgota, cuando el Inocente clavado en la cruz, pobre, desnudo y privado de todo, encarna y revela la plenitud del amor de Dios. Su completo abandono al Padre expresa su pobreza total, a la vez que hace evidente el poder de este Amor, que lo resucita a nueva vida el día de Pascua.
En ese domingo, si en nuestro vecindario viven pobres que solicitan protección y ayuda, acerquémonos a ellos: será el momento propicio para encontrar al Dios que buscamos. De acuerdo con la enseñanza de la Escritura (cf. Gn 18, 3-5; Hb 13,2), sentémoslos a nuestra mesa como invitados de honor; podrán ser maestros que nos ayuden a vivir la fe de manera más coherente. Con su confianza y disposición a dejarse ayudar, nos muestran de modo sobrio, y con frecuencia alegre, lo importante que es vivir con lo esencial y abandonarse a la providencia del Padre.
El fundamento de las diversas iniciativas concretas que se llevarán a cabo durante esta Jornada será siempre la oración. No hay que olvidar que el Padre nuestro es la oración de los pobres. La petición del pan expresa la confianza en Dios sobre las necesidades básicas de nuestra vida. Todo lo que Jesús nos enseñó con esta oración manifiesta y recoge el grito de quien sufre a causa de la precariedad de la existencia y de la falta de lo necesario. A los discípulos que pedían a Jesús que les enseñara a orar, él les respondió con las palabras de los pobres que recurren al único Padre en el que todos se reconocen como hermanos. El Padre nuestro es una oración que se dice en plural: el pan que se pide es «nuestro», y esto implica comunión, preocupación y responsabilidad común. En esta oración todos reconocemos la necesidad de superar cualquier forma de egoísmo para entrar en la alegría de la mutua aceptación.
Pido a los hermanos obispos, a los sacerdotes, a los diáconos —que tienen por vocación la misión de ayudar a los pobres—, a las personas consagradas, a las asociaciones, a los movimientos y al amplio mundo del voluntariado que se comprometan para que con esta Jornada Mundial de los Pobres se establezca una tradición que sea una contribución concreta a la evangelización en el mundo contemporáneo.
Que esta nueva Jornada Mundial se convierta para nuestra conciencia creyente en un fuerte llamamiento, de modo que estemos cada vez más convencidos de que compartir con los pobres nos permite entender el Evangelio en su verdad más profunda. Los pobres no son un problema, sino un recurso al cual acudir para acoger y vivir la esencia del Evangelio.
En un comunicado la Cámara Industriales Pymes Argentinos (IPA) informó que pedirá una entrevista con el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, «para plantear la realidad delicada y el perjuicio que le generará a las pymes la finalización del crédito a las tasas subsidiadas».
Subrayó que «el encarecimiento financiero provocará pérdida de competitividad a las pymes argentinas ante las importaciones», mientras resaltó que «deja a las pymes industriales al borde de la crisis terminal».
El presidente de la entidad, Daniel Rosato, señaló que «en la actualidad las pequeñas y medianas empresas industriales enfrentan un mercado financiero secundario con tasas de interés que superaron el 30%», por lo cual estarán «obligadas a funcionar fuera de la formalidad para poder recuperar rentabilidad sin costos financieros».
Estimó que «la combinación de la suba de tasa de interés definida por el Banco Central y el quite de subsidios a los créditos productivos para la industria pondrá en crisis terminal a las pymes del sector».
Y agregó que «El nuevo parámetro de costos lleva a ser cada día más caro el funcionamiento formal porque las pymes se financian con la venta de cheques para pagar salarios o comprar insumos para que las fábricas sigan funcionando»
La muestra de alimentos, bebidas y tendencias que se realizó en Tecnópolis contó con más de 300 compradores internacionales de 44 países, logrando un volumen de negocios de 300 millones de dólares, sumando las operaciones en la antesala con la ronda LAC Flavors.
«Hace años que no veíamos a los gerentes de comercio exterior movilizados como sucedió en esta muestra. Tuvimos 294 consultas de empresas con intenciones de exportar y sumamos 26 nuevos clientes», dijo Silvia Cuffia, de SN Estudio Aduanero, especialistas en servicios de despachantes de aduana y asesoramiento jurídico.
Cuffia indicó que asesoraron desde una empresa de golosinas y confituras que hacía su ingreso al mercado holandés hasta cinco empresas argentinas que querían importar desde Guyana arroz, caramelos y fideos.
Hubo muchas empresas con operaciones. Como Alunco productores de agua mineral Premium, que podría cerrar negocios con Inglaterra.
La chocolatera El Turista, hizo contactos con compradores de distintas partes del mundo, además de posibilidad de cerrar un acuerdo con Falabella y con supermercados chinos de Argentina, sumando más de 3000 comercios.
También hubo pymes como Don Eugenio de Pergamino, elaboradores de quesos que se contactaron con empresas de Paraguay, Chile y Estados Unidos.
El próximo 21 y 22 de noviembre en la ciudad bonaerense de Mar del Plata se realiza en » Primer Congreso Nacional de Policía Rural, organizado por la Superintendencia de la Policía Rural de la Provincia de Buenos Aires.
Lo ultimo en prevención de delito rural, premios y distinciones a personalidades que aportan día a día en la temática.
Fuente: Ministerio de Seguridad – Superintendencia de Seguridad Rural – Dirección Administrativa y Despacho R.N. N° 205 KM. 65 – Cañuelas- CPA 1814 superintendenciaruraldespacho@gmail.com – Tel. (02226) 634312
A si lo afirmó la Dirección Nacional de Defensa del Consumidor, organismo, que depende de la Secretaría de Comercio, que en octubre recibió 7.560 reclamos. Un 70% de ellos se refirió a distintos inconvenientes con la prestación de servicios.
Los rubros más denunciados fueron servicios de comunicaciones (Internet, telefonía móvil , tv y fija por cable y satelital) con un 27%; y los servicios financieros y seguros con un 21%;
En cuanto a la compra de productos, los reclamos apuntaron a demoras con las garantías y reparaciones insatisfactorias (9 % del total de reclamos) y la falta de entrega del bien comprado (4%).
Hay, además, quejas por incumplimiento de ofertas, promociones y/o bonificaciones; y la falta de información relevante para los consumidores durante la venta.
Los canales de reclamos se resolvieron un 48% en el Sistema de Resolución de Conflictos en las Relaciones de Consumo, un 10% en el Sistema Nacional de Arbitraje de Consumo; un 21% en las dependencias de atención de reclamos de la provincia y municipios de la Provincia de Buenos Aires; 6% de Mendoza; 3% de Córdoba y 3% de Santa Fe (3%), entre otras.
El pasado 24 de octubre nuestro Director General Lic. Juan Domingo Palermo , participo de la presentación del libro Retos de la Fiscalidad Española: Cuestiones Controvertidas en Materia Tributaria, trabajo de investigación que dirigió Manuel de Vicente – Tutor Rodríguez, dicha obra presenta los principales desafíos y aportes para la soluciones de los mismos en dicha investigación participaron expertos de la materia como; Juan Corona, Pablo Chico de la Cámara, Natividad Fernandez Gómez, Fernando Fernández Méndez de Andés, Rafael Fernadez Montalvo, César Garcia Novoa, Begoña Garcia- Rozado González, Jesús Quintas Bermúdez, Íñigo Sagardoy de Simón, José Andrés Sánches Pedroche, también contiene opiniones del Director del equipo e incluye el prologo de Salvador Ruiz Gallud y la presentación de Ricardo Martínez Rico.
Desde el observatorio del trabajo, recomendamos esta obra, la que aporta a la casuistica en la materia, en tiempos en que se debe repensar la recaudación publica y el manejo eficiente del erario publico de los estados para abordar los desafíos sociales, ambientales y estructurales en las dimensiones materiales y socio-culturales.
Por ultimo felicitamos Manuel de Vicente – Tutor Rodriguez por la muy buena noticia de esta semana en el que el futbolista del Real Madrid, Cristiano Ronaldo lo contrato para que los defienda de cuatro delitos fiscales por un valor de 14’7 millones de euros en total.
Le deseamos el mejor de los éxitos en este desafió profesional y aprovechamos para agradecer públicamente, la dedicatoria de esta obra que la tomaremos desde este observatorio como marco teórico.
Equipo de el observatorio del trabajo | jdpalermo@elobservatoriodeltrabajo.org
Este jueves 16.11.2017 de 9:30 h. a 15:30 h. ,se realiza el Encuentro internacional de Mentoring Madrid. La Red de mentoring de España trae las últimas novedades y reflexiones del sector.
Este año lo celebran en la Universidad Camilo José Cela, en donde se otorgarán los 5 premios a las mejores prácticas de Mentoring.
Este miércoles 15 de noviembre en Porto do Molle, Galicia, España tendrán la participar de participar del Investors Day y conocer las oportunidades de negocio e inversión de las startups aceleradas en ViaGalicia, puedes inscribirte vía: