En la Mesa Nacional que diseña un proyecto estratégico de desarrollo para los próximos 30 años, no está participando formalmente el gobierno mendocino, pero si lo hacen representantes privados que promueven la minería en Mendoza.
Guillermo Pensado, geólogo y miembro de la Cámara Mendocina de Empresarios Mineros (CAMEM), e integrante de la Red de Académicos para el Desarrollo de una Minería Sustentable (RAD) dialogó con CNN Radio Mendoza, en donde señaló que:
“Sabemos que el nivel de pobreza venía mal, y con esta pandemia va a empeorar, lo mismo la situación económica. Entonces esta mesa en la cual participamos es un buen ejemplo de civilidad y democracia, porque participan todos los sectores”
Destacó que “una de las herramientas que tiene el país, por sus características, es desarrollar la industria minera”.
Pensado argumentó la importancia de una industrialización minera del Cuyo. “en Argentina, la industria está en Buenos Aires, Córdoba y Rosario, pero este interior pegado a la cordillera tiene otras potencialidades”,
Y subrayó “la posibilidad de aquellas industrias que tienen que ir a buscar sus recursos a otros lugares, como la minera cerca de la cordillera, o la petrolífera cerca de las cuencas, significa llevar la industria a donde habitualmente no llega la industria. Cuando se instalan ayudan a un desarrollo económico regional”.
Sobre el particular, destacó que la minería toma un material sin valor económico, una piedra, y lo transforma en algo que tiene valor, la materia prima mineral. Por ello afirmó que “la industria minera se debe pensar como motor de la industria”.
Sobre el gran obstáculo, la cuestión ambiental, dio como ejemplo los valles productivos de Mendoza que representan cambios de la vegetación original o la escorrentía. “Esas cosas existen, ¿está mal? No, porque genera un impacto bueno, que es desarrollo de una industria como la vitivinícola que es espectacular”.

En su visión, parte del rechazo lo genera porque “la industria minera cuando llega a las economías regionales, normalmente tradicionales, es disruptiva, porque llega con capacidad de desarrollo, de financiamiento del siglo XXI, y eso genera luchas internas como las que vimos en Mendoza, que a veces tienen que ver más con esa disrupción que con cosas concretas”.